En medio de un clima tenso y cargado de acusaciones cruzadas, el Presidente Gabriel Boric tomó la palabra para responder a las declaraciones emitidas por su homólogo venezolano, Nicolás Maduro. Durante su visita oficial a la Región de Antofagasta, específicamente desde el Aeropuerto El Loa en Calama, Boric abordó los temas que han escalado las tensiones entre ambos países.

La controversia se intensificó tras las palabras del Presidente Maduro en su programa "Con Maduro +1", donde invitaba a Boric a dialogar sobre asuntos relacionados con el crimen organizado y criticaba la postura chilena respecto al tema. La situación se complicó aún más cuando Yván Gil, canciller venezolano, desestimó la existencia del Tren de Aragua como una creación mediática internacional.

El mandatario chileno enfatizó la importancia del diálogo diplomático para resolver conflictos y anunció que Jaime Gazmuri, embajador chileno en Venezuela llamado a consulta por Santiago, recibirá instrucciones precisas para enfrentar los desafíos actuales. Además, reconoció como positivo el cambio de tono de Maduro al admitir la existencia y peligrosidad del grupo criminal Tren de Aragua.

Boric también subrayó la disposición del Ejecutivo para participar en instancias de diálogo necesarias con el fin de combatir tanto el crimen internacional como transnacional. Este problema es visto como un flagelo común que afecta no solo a Chile sino también al resto de América Latina.

Por otro lado, frente a los señalamientos directos hacia Sebastián Piñera realizados por Maduro —quien lo responsabilizaba por facilitar la llegada masiva de ciudadanos venezolanos a Chile— Boric optó por mantenerse alejado del conflicto verbal. Aclarando que cualquier diferencia política interna será resuelta dentro del país y no mediante declaraciones públicas o discusiones con líderes extranjeros.